¿Qué es CoolSculpting? ¿Es bueno para mí?

CoolSculpting es un procedimiento patentado de reducción de grasa que utiliza energía de radiofrecuencia (RF) para congelar y destruir las células grasas, dejando la piel con un aspecto más terso. La energía de RF a la profundidad deseada del aplicador hace que las células grasas se rompan, lo que provoca una menor absorción de grasa. La piel es capaz de curarse a sí misma con la ayuda de nuevo colágeno y elastina que se producen a un ritmo más rápido.

CoolSculpting es ideal para quienes desean reducir su grasa corporal sin cirugía ni tiempo de inactividad. También es una gran opción para quienes desean mejorar la calidad de su piel y reducir las arrugas.

CoolSculpting es un procedimiento no invasivo que utiliza una serie de aplicadores que se colocan sobre varias partes del cuerpo. Los aplicadores están llenos de un líquido criolimnético que, una vez encendido, se dirige a las células grasas y proporciona una congelación y succión suaves. El proceso de congelación provoca la rotura de las células adiposas, lo que reduce la absorción de grasa y la inflamación de la piel. Los crioliméticos de los aplicadores destruyen las células grasas sin dejar ningún daño microscópico, lo que significa que el riesgo de infección es mínimo.

Tipos de tratamientos Coolsculpting

Existen dos tipos de tratamientos Coolsculpting: ambulatorios y mínimamente invasivos. Ambos tipos de tratamientos Coolsculpting requieren una sesión de tratamiento y citas de seguimiento.

Los tratamientos ambulatorios se realizan con anestesia local. Es posible que tenga que llevar una prenda de compresión durante unos días después del tratamiento y que experimente una ligera hinchazón.

Con un tratamiento de CoolSculpting ambulatorio, puede reincorporarse a sus actividades cotidianas uno o dos días después del tratamiento. La mayoría de los pacientes se toman una semana de baja laboral durante la sesión de tratamiento.

Los tratamientos mínimamente invasivos se realizan mediante un procedimiento incisional o con pequeñas agujas bajo anestesia general. Es posible que tenga que llevar una prenda de compresión durante unos días después del tratamiento y que experimente una ligera hinchazón.

Con un procedimiento mínimamente invasivo, puede reincorporarse a sus actividades cotidianas al cabo de uno o dos días del tratamiento. La mayoría de los pacientes se toman una semana de baja laboral durante la sesión de tratamiento.