Cómo ayudar a un niño a aprender a leer

Leer las primeras palabras puede ser una experiencia aterradora y abrumadora. Es natural querer abandonar y dejar de leer para siempre. Pero cuanto más lo intentas, más difícil te resulta. Si lo piensas bien, aprender a leer es algo que ha existido desde hace mucho tiempo. Llevamos miles de años leyendo, así que ¿por qué a algunos nos cuesta tanto? Afortunadamente, hay una serie de cosas que puede hacer que marcarán una gran diferencia en el camino de su hijo para convertirse en un ávido lector. Y por “elevar” su juego, no nos referimos sólo a “facilitarles el aprendizaje”, sino también a “hacer que la lectura sea más agradable que jugar al fútbol o al baloncesto”. En este artículo, le explicamos todo, desde consejos sobre cómo empezar hasta recursos, libros para aprender a leer, y estrategias útiles que pueden alimentar realmente la pasión de un niño por aprender a leer.

¿Por dónde empezar?

Sabemos que la idea de sentarse con un niño y tratar de enseñarle a leer puede parecer una tarea imposible. Pero, ¿por dónde empezar? Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para enseñar a un niño a leer. Cuanto antes aprendan, mejor. Sin embargo, es importante elegir el momento adecuado para empezar. Algunos niños están más avanzados en sus habilidades de lectura que otros. Algunos niños, por las razones que expondremos a continuación, están en una edad en la que es más probable que se beneficien de un programa de lectura que a una edad más temprana. Si su hijo está cerca de estar preparado para empezar a leer, hay algunos puntos por los que puede considerar empezar: Los niños menores de cinco años deberían empezar con libros para bebés. Se trata de libros sencillos que resultan fáciles de usar y entender para los niños pequeños. Los libros que elijas deben ser de los que tu hijo pueda agarrar y sostener con facilidad. Los niños de entre cinco y siete años deben empezar con libros de comprensión lectora. Son más fáciles de entender que los primeros libros para bebés, pero siguen siendo buenos para que los niños practiquen la lectura mientras se convierten en lectores por derecho propio. Los niños de entre siete y doce años deberían empezar con libros de instrucción de lectura. Estos libros están pensados para ser utilizados por niños que saben leer y escribir. Suelen ser un poco más técnicos que los libros anteriores, por lo que son adecuados para lectores avanzados.

Ayude a su hijo a establecer conexiones

La lectura es una actividad social. Si no conecta con su hijo en algún nivel mientras lee, es probable que tenga problemas con el acto mismo de la lectura. Y lo mismo ocurre con la conexión con tu hijo mientras aprende a leer. Si no le da a su hijo libros para leer, o tiene pocos libros disponibles para leerle, será mucho más difícil para él hacer conexiones y aprender a leer por sí mismo. Leer con tu hijo es una forma estupenda de asegurarte de que se acerca a la lectura desde el ángulo correcto. Al leerle a tu hijo, ya has sentado las bases para que aprenda a leer. Si tienes un bebé en camino, también puedes intentar leerle a tu hijo pequeño, que está creciendo. Aunque todavía no lea por sí mismo, puede beneficiarse de la experiencia de que le lean.

Establecer un entorno positivo

La lectura se ha convertido en una experiencia tediosa y ansiosa para muchos niños. Es natural que nos sintamos estresados por la escuela, por el futuro y por nuestra propia capacidad de lectura. Esto es completamente normal y comprensible. Sin embargo, también es importante establecer un entorno de lectura que sea acogedor y relajado. Esto incluye la contratación de un tutor de lectura si no te sientes cómodo guiando a tu hijo en el proceso de aprender a leer por sí mismo. También puedes tantear el terreno preguntando a algunos de tus amigos que estén intentando enseñar a leer a sus hijos para ver si pueden orientarte. También puedes encontrar apoyo en Internet a través de foros y comunidades dedicadas a ayudar a los padres a que sus hijos aprendan a leer.

Lectura para niños: Conectando el cerebro con las páginas

Una de las mejores maneras de hacer que la lectura sea más atractiva y divertida para tu hijo es hacerle leer libros físicos en lugar de limitarse a leer palabras en la pantalla del ordenador. Hay varias formas de hacerlo. La más sencilla es pasar las páginas de los libros físicos de forma autónoma. Si eres una mamá embarazada o en período de lactancia, también puedes pedir prestados libros a la guardería de tu bebé para ayudar a su motricidad mientras espera a nacer. Si tu hijo todavía es capaz de agarrar y sostener las páginas de los libros, leerá a una edad cada vez más temprana. Es una forma estupenda tanto de aumentar las habilidades básicas de lectura de tu hijo como de mostrarle que la lectura es realmente una actividad física y práctica.

Conclusión

Los niños son mágicos. Pueden hacer cualquier cosa que se propongan, si se les da la motivación y el apoyo adecuados. La lectura es una habilidad fundamental que todo niño debe aprender. Es natural que los niños se pongan nerviosos al leer por primera vez, pero no hay por qué ser tímidos al respecto. Sólo hay que hacer que sea divertido y fácil para ellos. No hay una solución única para aprender a leer. La velocidad y el nivel de lectura de cada persona son diferentes, por lo que es importante empezar al ritmo adecuado.